¿Alguna vez has experimentado uno de esos momentos decisivos que te cambian la vida?
He tenido un par en mi vida, y todo el tiempo pienso en los caminos a los que conduce cada decisión. Cuando yo era un adolescente, apliqué para un programa de voluntariado en Canadá mediante el cual hubiera recorrido todo el país durante nueve meses, y eso hubiera sido algo totalmente diferente a todo lo que había hecho. También apliqué en la universidad más o menos en la misma época, y el destino quiso que mis cartas de aceptación para ambos lugares llegaran el mismo día. Elegí la universidad, y esa decisión cambió mi vida. Me llevó a una relación, a un trabajo que me hizo estudiar más y a otro trabajo, a una casa, y a la edad adulta.
Hace unos años, muy temprano en mi camino por la fotografía, se me presentó una oportunidad similar que me cambió la vida.
Cuando empecé a tomar fotos, no tenía ni idea de lo que estaba haciendo y, como estudiante visual, sabía que la única manera en la que iba a aprender a ser un mejor fotógrafo era tomando fotos todos los días. Pero además de ser un mejor fotógrafo táctico, también quería que mi visión creativa creciera. Encontré algunos grupos en Flickr que eran perfectos para eso. Cada día, alguien escogía un tema, y podías presentar una foto sobre ese tema. Esos grupos me ayudaron mucho para concretar mis ideas y aprovechar mi voz creativa.
Un día de enero en 2010, el tema del día era
Fría. Fresca. Refrescante.
Había sido fan de
Avancemos rápidamente hasta casi dos años más tarde, y las cosas de repente se encuentran en uno de esos momentos que te cambian la vida y que mencioné anteriormente. Un colega fotógrafo en
Pensé que este era el momento más alto de esta historia, pero estaba muy equivocado. Unos días más tarde, me ofrecieron la oportunidad de ser el moderador de la presencia online de
Cuando el contrato terminó, visité la sede de
Este tour, que visitó casi 85 países durante nueve meses, era algo para lo que yo no tenía preparación. Yo tomaba fotos de presidentes, de la realeza, de grandes figuras deportivas. Caminaba por las calles de países sobre los que apenas había oído hablar, buscando personas jugando fútbol y tomando más fotos de las que creo tomé en los cuatro años anteriores.
Este viaje cambió mi vida. No sólo porque me permitió viajar y ganar experiencia en mi trabajo y agregar a la compañía a mi cartera de clientes, sino porque me dio la confianza para darme cuenta de que el arte y la fotografía era donde estaba mi nueva vida. A la edad de 29, mientras otras personas de mi edad estaban comprando casas, casándose y sentando cabeza, tuve que dejar mi trabajo, terminar una larga relación, y deshacerme de la mayor parte de mis pertenencias. Era como atravesar una puerta a una casa diferente.
Durante ese viaje, decidí mudarme a otro país. Ahorré suficiente dinero para darme el lujo de comenzar mi negocio, y por primera vez en mi vida, dedicar mi tiempo y energía al arte. Este trabajo, la oportunidad de trabajar con dos grandes marcas, me dio muchas cosas. Pero fue la confianza en mí mismo lo que me dio la oportunidad de dedicarme a mi pasión.
Desde que el viaje terminó, mi relación con
También he estado trabajando exclusivamente con el Mundo
Al reflexionar de nuevo sobre ese tweet seis años parecen tan lejanos, pero están tan frescos en mi mente. Quería compartir esta historia para demostrar que es posible alcanzar nuestras metas si tenemos la motivación, la pasión, la fe y trabajamos arduamente por ellas.
A veces todo lo que se necesita para cambiar tu vida es una fotografía.
Joel Robison es un fotógrafo de bellas artes que actualmente vive en el Reino Unido. En 2013 y 2014, trabajó exclusivamente con