En 1986, un embotellador de
Después de mucho pensamiento,
Colocada en un área de 40 metros x 122 metros en una de las colinas más altas de la región, la cartelera comprende una extensión mayor que la de un campo de fútbol y es visible desde el espacio. La construcción de este asombroso hito presentó muchos desafíos. A cada asociado del embotellador se le asignó un equipo, y cada equipo era responsable de una de las letras del logo de
Después de muchas horas de arduo trabajo bajo el fuerte sol, solamente faltaba una botella para completar el monumento. Miguel Fuentes Zagal, uno de los trabajadores del embotellador, colocó la botella final con gran celebración, y se completó la cartelera record.
En 2011, 25 años después, otro Miguel colocó la botella final en este histórico emblema. Miguel Fuentes Martínez, hijo de Zagal, siguió la tradición de su padre durante la remodelación del logo. Él fue uno de los 100 empleados que rejuveneció el símbolo, mediante la reparación y limpieza de las botellas, y cambiando el número para conmemorar los 125 años de
De los trabajadores que participaron en 2011, 16 habían contribuido en el proyecto original.
Igor Alcayaga Morán, Gerente General de la planta de Embonor en Arica, atribuyó el éxito de esta gran labor a la fortaleza de su equipo y afirmó:
"El trabajo en equipo es un valor fundamental de la compañía